Actualmente y como consecuencia de las reformas procesales vigentes, las destrezas en litigación adversarial marcan una diferencia fundamental entre los abogados que tienen a su cargo la defensa de los derechos de las partes.

De esta manera, el establecimiento de una teoría del caso eficaz, la obtención, ofrecimiento e incorporación de evidencia, y su implementación en el proceso, constituyen un elemento capaz de marcar una diferencia concreta en el proceso.

De igual forma lo es el saber expresar la teoría del caso y producir convicción, conociendo los elementos sustantivos que subyacen como base de nuestros planteamientos.

Las ventajas de los programas de adiestramientos propuestos por nuestra academia es combinar un marco teórico a objeto que las técnicas de litigación puedan relacionarse con un sustento normativo conforme a las tendencias actuales del derecho procesal.